Si estás leyendo esto es porque te interesa educar a tu hijo de una manera más respetuosa y que pueda desarrollarse en toda su esencia sacando todo su potencial. La única manera de hacerlo es siguiendo una metodología alternativa como la Pikler. En ella se fomenta la autonomía de los peques para que ellos mismos marquen el ritmo de su desarrollo consiguiendo un sinfín de beneficios.
Los padres que fomentan este método en la crianza de sus hijos consiguen que sean más autónomos, tengan más confianza en sí mismos y sean más felices. Pero esta metodología tiene muchos más beneficios, quédate con nosotros y averigua también como aplicarlo en casa.
Productos para poner en práctica el método Pikler
Principios básicos de la metodología Pikler
La actividad autónoma y el movimiento libre es el principio más famoso de la metodología Pikler. En él se pone énfasis en que la labor de los padres y cuidadores debe ser solo de acompañamiento y que solo se limiten a ofrecer el apego y seguridad necesarios para que los niños puedan desarrollarse por sí mismo sin impedimentos.
Según este principio, que los adultos no interfieran provoca que las capacidades psicomotrices de los niños de desarrollen de una manera más natural. Muy diferente a lo que sucede con los niños que han sufrido interferencias de sus padres.
En esta metodología se promueve que desde el nacimiento del bebé, no hay que colocarlos en ninguna posición a la que no sepa llegar ni salir por ellos mismos, por lo tanto, no hay que ponerlos boca abajo, ni sentar, incitarlos a gatear o ponerlos de pie para que caminen antes.
En el método Pikler lo niños se colocan tumbados boca arriba, desde esta posición ellos pasan a girarse hacia los lados hasta conseguir dar la vuelta completa y colocarse boca abajo. Después comienzan a reptar, a gatear, se sientan solos y por último se acaban levantando y caminando. Esto es la evolución natural de un bebé.
Emmi pikler, su metodología y el principio del apego
El respeto y los apegos es otro de los principios de la metodología. Para que el niño desarrolle una personalidad armónica y se pueda centrar en su autoconocimiento y el desarrollo de su autonomía, la figura de los padres o cuidadores es fundamental.
Dejar que los niños se muevan libremente no quiere decir que los padres no tengan contacto con los padres. Se defiende el apego afectivo pero de una manera sana, basada en el respeto de sus ritmos y necesidades, sin imponer las cosas para que fluyan de manera natural.
Para conseguirlo es esencial hablar con tus hijos, anticiparles lo que vas a hacer con ellos y esperar que estén preparados para ello. Por ejemplo, si vas a bañarles, explícales que vas a enjabonarles, muestrales la esponja y comienza a hacerlo sin forzar. Conocerás a tus peques y sabrás cuando tienes que intervenir y cuando dejarles que actúen libremente.
Las necesidades básicas de Pikler y su metodología
El tercer principio parte de la idea de que no puede haber un correcto desarrollo emocional, psíquico y físico si no se cubren las necesidades básicas, además de las afectivas.
Dentro del movimiento libre se encuentra el juego libre. Este consiste en ofrecer a los niños materiales seguros, sin estructuras ni pautas de juego, no hay que enseñarles cómo deben de hacerlo, hay que dejarles experimentar en total libertad, que los manejen como quieran.
Darles esta libertad les permite explorar su entorno y tener un mayor conocimiento de sí mismos.
Sus beneficios o cómo la libertad de movimiento favorece el desarrollo de tu hijo
Utilizar el método Pikler tiene un sinfín de beneficios para tu bebé. Cuando el adulto no interviene siendo innecesario el bebé llega con tranquilidad a lo que necesita en ese momento, fomentando su seguridad y mejorando su autoestima.
- Consiguen un desarrollo psicomotriz correcto y seguro. Logran un control postural adecuado, más natural, saludable y de un modo espontáneo. También mejoran el desarrollo del equilibrio y la lateralidad.
- Desarrollan destrezas motoras seguras mediante sus propios movimientos, conociendo mejor su cuerpo, sus capacidades y limitaciones, lo que conlleva menos caídas y accidentes.
- Fomenta la seguridad en ellos mismos y su autoconfianza. Los niños crecen y evolucionan a su ritmo dando los pasos evolutivos cuando están preparados para ello y sin frustrarse por no poder hacer lo que se les exige.
- Al permitirle jugar sin normas y exigencias descubren el mundo que les rodea fomentando su desarrollo cognitivo y su creatividad.
Cómo aplicar el método Pikler en casa
Adoptar el método Pikler es cambiar de mentalidad, dar un giro completo al concepto de crianza tradicional donde se pasa de un trato autoritario a uno igualitario y respetuoso. Deja de preocuparte porque tus hijos consigan desarrollarse en los tiempos que marca la sociedad y confía en ellos y sus capacidades. Te damos unos consejos para ayudarte a preparar el entorno:
- Para que los peques puedan moverse y jugar libremente el entorno debe ser seguro. Elimina todo aquello que pueda hacerles daño durante sus procesos de exploración y autoconocimiento.
- Deja a su alcance materiales que les permitan desarrollarse. Espacios amplios con suelo cálido y firme donde puedan moverse; estructuras adaptadas que les permitan y les inviten a reptar, levantarse y explorar; juegos que puedan manipular y les estimulen pero que puedan alcanzar, pero sin saturarlos.
- La ropa de tus peques debe de ser lo más cómoda posible para que les permita moverse sin problemas. Si van descalzos mucho mejor.
- Los padres deben de estar presentes y atentos a las necesidades de los niños e interactuar con ellos, interviniendo en su movimiento solo cuando ellos lo reclamen o sea necesario.
El rol de los adultos en el método de Emmi Pikler
El rol de los adultos en el método Pikler es muy distinto al que estamos acostumbrados. La función de los padres se centra en acompañar a los niños en su proceso ofreciéndole la seguridad que necesita para su desarrollo y ajustándonos a su proceso evolutivo.
Durante los cuidados de los peques los adultos anticipan, describen, dialogan y buscan la cooperación de los peques, trabajando la toma de conciencia y de atención, pero sin obligar o forzar. Hay que trabajar el vínculo y la relación para que los niños se sientan atendidos, valorados y aceptados, de este modo se sentirán competentes y cooperarán por propia iniciativa.
Durante las actividades el adulto estará presente, pudiendo realizar otras tareas. Puede mediar entre los niños si hay alguna situación difícil, sin juzgar y dando recursos para que ellos mismos encuentren la solución. Los adultos preparan el espacio, recogen los materiales que no se usan para tener un espacio cuidado que reclame su interés y les apoya verbalmente describiendo sus acciones dándoles así valor.
De esta manera los niños pueden sumergirse en sus propias actividades desplegando todo su potencial a través de sus capacidades.
Un niño que puede moverse libremente es un niño feliz
La metodología de Pikler es una estrategia que rompe muchos paradigmas sobre la crianza tradicional, y es que gracias a su efectividad ha logrado obtener muchos admiradores, ya que otorga a los niños un espacio de desarrollo donde pueden crecer más libres, independientes y con una mayor autoestima.